Las ideas verdaderamente innovadoras emergen producto de ciertas condiciones que es importante encauzar en las empresas.
Para que emerjan ideas innovadoras se requiere escuchar a la gente joven de la empresa. Son ellos los que están libres de paradigmas anticuados y los que permiten ver las cosas de otra manera.
Las personas que llevan mucho tiempo en la empresa tienden a acostumbrarse a hacer las cosas de una manera determinada, por lo usual sin cuestionarse si existe otra forma mejor de hacerlas.
Se requiere encauzar un proceso de interrelación cruzada en la empresa. Las organizaciones tienden a formar unidades independientes que no necesariamente se comunican con otras áreas, salvo que sea estrictamente necesario.
Las nuevas ideas están hoy en la periferia, en el borde, en la interconexión entre áreas o empresas. Por lo tanto, para captar esas ideas hay que buscarlas en esos ámbitos.
Para que emerjan ideas innovadoras hay que transformar la innovación en una pasión. Para ello, hay que hacer que la innovación sea un derecho y una responsabilidad de todos los empleados de la empresa y, de esta forma, generar una explosión de ideas innovadoras.
Se requiere un proceso de apertura de mente para captar y ver otras cosas diferentes. Hoy, los nuevos modelos de negocio son quizás novedosos en un ámbito de la industria pero no en otros. Por ejemplo, el concepto de supermercado es muy antiguo en esa industria, pero no lo es en otros sectores como puede ser la industria de los cosméticos, por ejemplo.
Hay que hacer que funcione la curva de aprendizaje. En la medida que vayamos experimentando en el mercado con ideas innovadoras, podremos ir aumentando nuestra tasa de aprendizaje acerca de cuáles son las que sí funcionan y cuáles no. De esta forma podemos ir perfeccionando nuestro proceso de generación de innovación estratégica.
En conclusión, para hacer que emerjan las ideas innovadoras debemos atacar las raíces del problema más que el problema mismo. Si realmente queremos estrategias significativas, debemos desarrollar las precondiciones para que se desarrollen.
Esto es igual que los fenómenos químicos. Para que se produzca una determinada reacción química es necesario provocar ciertas condiciones. Pero, al igual que los procesos de esta naturaleza, en estrategia también necesitamos una cierta disciplina que ordene el proceso de generación de ideas, para que el supuestamente “caos” que podría producirse, tenga un orden.