¿Cuántas veces nos pasa que destinamos la mayor parte de nuestro tiempo a simplemente reaccionar frente a la estrategia de nuestro competidor?
Se parece mucho al juego del poker, donde uno, después de ver las dos fichas del otro, por ejemplo, le apuesta “las dos tuyas, y dos más”.
Nuestro pensamiento estratégico actual deja mucho que desear. A mi juicio se ha vuelto extremadamente mecánico, ajeno a su esencia, repetitivo y aburrido.
El análisis estratégico, no debe ser otra cosa que la búsqueda permanente de los elementos diferenciadores de mi empresa con la competencia. Sin embargo, lo que normalmente ocurre hoy es que se ha tornado un proceso simplista que termina por hacer más de lo mismo, reaccionado a lo que hace la competencia.
En una oportunidad quedé sorprendido con la respuesta de un ejecutivo cuando le pregunté que cómo encontraba su estrategia. Su comentario fue: “Nuestra estrategia es excelente. Como será de buena que hasta mis competidores la han adoptado”.
Si la competencia tiene la misma estrategia que la suya, entonces no puede ser buena porque no lo está distinguiendo en el mercado. Usted podrá sentirse halagado por el hecho que alguien le copie su modelo de negocios, pero eso es muy distinto a tener una “estrategia excelente”.
Si usted quiere ser un estratega innovador, tiene que buscar otro modelo distinto del “sentirse feliz porque le copiaron su estrategia”, o si lo miramos desde la perspectiva del competidor el modelo “copy, paste”. Estos, lo único que hacen es igualarlos con la competencia.
Con un pensamiento estratégico, su esquema será el de examinar si tiene ventajas competitivas verdaderamente únicas o no, y si no las tiene buscarlas persistentemente. Su objetivo estratégico debe ser buscar la manera de desafiar los paradigmas de la industria, como una forma de salirse del modelo “copy, paste” y de esa forma ser diferente.
Por supuesto que alguien me puede decir, para qué quiero ser tan innovador y tan buen estratega, si con lo que hago me va bien. ¡Cuidado, en la actualidad el éxito es muy vulnerable! Tan solo mire a su alrededor y vea la cantidad de empresas en el mundo que han caído en la depresión más increíble después de gozar de años de resultados extraordinarios.
Las discontinuidades tecnológicas, los cambios geopolíticos, las desintermediaciones, los cambios en los gustos y hábitos de los consumidores, etc., son algunos de los efectos de este momento de la historia de los negocios, que hacen que si usted no innova la forma en que está conduciendo sus estrategias, su modelo puede pasar a pérdida sin que usted tenga siquiera la posibilidad de reaccionar.